viernes, 2 de abril de 2010

CUENTOS DE LA PULPERÍA IV: Por Aníbal Segundo FREYTES (Capilla Vieja, 1926).

"PULPERÍA", acrílico pintado por Horacio BORDENAVE en el marco del "1º ENCUENTRO DE PINTORES PAISAJISTAS DE LA COMUNA DE LOS REARTES", llevado a cabo durante los días sábado 15 y domingo 16 de noviembre de 2008.

"LA LUZ MALA"

Don Mauro, un viejo criollo de la zona de Los Reartes, venía de Alta Gracia donde había ido a vender unos pollos y pavos al "Sierras Hotel".
Montaba una mula malacara y traía una mula negra de tiro, ensillada con recado, donde cargaba unas árganas, con algunas mercaderías, azúcar, yerba, etc.
Cuenta Don Mauro, que cuando venía por el Paraje "Los Quebrachos", de noche cerrada y tormentosa, la mula pegó una espantada y empezó a bufar, a inquietarse y tascar el freno, cuya coscoja hacía un ruido raro, tirando las riendas al lado del camino, pensó que había olfateado algún puma.
Al llegar a "Las Averías", en frente donde hoy se llama el loteo "Atalaya", vió una luz azulada, que al chocar en las ramas de los árboles, desprendían unas chispas rojas como estrellitas. La luz mala pensó, y santiguándose: "ánima bendita del purgatorio". Recordó que según una leyenda, decían que habían matado una familia completa, que fueron sepultados en el lugar, por eso le llamaban "Las Averías", era en tiempo de los montoneros, otros decían que el dueño de Potrero de Garay, sería el que mandó a degollar ésta familia. Don Mauro siguió el camino siempre acompañado por la luz mala, de a ratos se tornaba media azulada, al pasar por el "Agua e´ la Negra", lo siguió un perro negro, cuya mirada destellaba una luz roja y la lengua una llama roja, éste perro trotaba bajo el estribo.
Don Mauro, echó mano a la cintura y sacando su puñal, besando la cruz de la empuñadura y sacando de su bolsillo un rosario, dió comienzo a un rezo, lo poco que se acordaba, tartamudeando el Padre Nuestro.
"Avemaría Purísima": De pronto la mula pajareaba sacudiendo la cabeza y las orejas, una tiesa hacia adelante y la otra amujada para atrás.
De pronto vió un bulto negro que se arrastraba a un costado del camino, se fue elevando en forma de una mujer, como si flotara en el aire.
Las mulas bufaban y se espantaban, tuvo que espuelar y con el rebenque en alto esperaba que se acercara, cuando pronto la mujer lanzando un grito agudo como si fuera un llanto, se le sentó en el anca de la mula, una respiración helada, lo estremeció hasta la médula. "Yo le afriqué dos rebencasos que sonaron como cuero seco. Yo me empecé a desvanecer y vino un desmayo", cuenta Don Mauro que no sabe precisar el tiempo que duró ésta extraña experiencia. Cuando volvió en sí, estaba amaneciendo y las nubes rojizas desde el naciente.
Los gallos del Puesto del "Agua ´e la Negra" anunciaban el nuevo día, mientras las mulas pastaban tranquilas a su costado.
"Yo con el cabrestro en la mano no las solté en ningún momento. Revisé todas las cargas, el apero, todo estaba bien, no me faltaba nada, las alforjas, las cinchas y acomodé para seguir viaje a mi pago. Todavía en mi mente y mi retina, aquella noche que me tocó vivir, seguí el camino con ésta pesadilla hasta mi rancho".



(Aníbal Segundo FREYTES, Almacén de Ramos Generales y Bar: Pulpería "DON SEGUNDO SOMBRA" - Pulpero desde 1962 hasta 1997).

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